El proceso de desarrollo de software se asemeja a una espiral, donde se avanza desde la definición de requerimientos y diseño hasta la codificación, siguiendo una ruta que reduce el nivel de abstracción en cada vuelta. Las pruebas, vistas en el mismo contexto espiral, comienzan en la unidad de software, avanzando hacia la integración, validación y, finalmente, pruebas de sistema. Existen cuatro pasos secuenciales en las pruebas: unidad, integración, validación y sistema. Las pruebas de unidad se centran en componentes individuales, verificando su funcionamiento interno y la manipulación de datos, empleando casos de prueba para garantizar cobertura completa y detección máxima de errores. Las pruebas de integración se enfocan en conflictos de verificación y construcción de programas al unir componentes, utilizando técnicas de diseño de casos de prueba y control de rutas. La validación garantiza que el software cumpla con todos los requerimientos establecidos. La prueba del sistema v...